El campeón del mundo de los pesados Tyson Fury quiso ayudar a su pizzería favorita, que por estas horas solo trabaja de manera delivery por la estricta cuarentena que atraviesa Inglaterra, y se gastó 640 euros en un pedido de pizzas al que agregó costillas de cordero, alitas de pollo, pasta y 25 latas de gaseosa light. Además dejó 115 euros en propina, según publicó la prensa inglesa.
Fury vive con su mujer en París, pero realiza el aislamiento junto a sus cinco hijos, en una mansión en Lancashire (Inglaterra), donde hicieron el gran pedido pese a no tener invitados debido al confinamiento por la crisis del coronavirus.
“El pedido fue sólo para nosotros y los niños. Tenemos 5 hijos y la comida llegó en un montón de cajas”, justificó amablemente el campeón del mundo de los pesos pesados a un medio local.
El conductor que llevó el enorme pedido a Fury aseguró: “Tyson es un cliente habitual del Manjaros de Preston, pero el restaurante está cerrado y sólo ofrece pedidos a domicilio”.
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Por ahora, Fury espera para volver a los rins. La tercera pelea entre el campeón mundial de peso pesado y el excampeón estadounidense Deontay Wilder podría ser en octubre y no el 18 de julio como se planeó originalmente.
Fury, que posee el cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), ganó por nocáut técnico a Wilder en el séptimo episodio el pasado 22 de febrero en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas (Nevada), e inmediatamente Wilder ejerció su derecho contractual a una tercera pelea inmediata.
