Nahuel Pansardi, jugador del Club Fénix, integrante de la Primera B, fue diagnosticado con dengue el pasado 2 de abril y relató en diálogo con Toda Pasión cómo se sintió cuando le confirmaron el cuadro Si bien se encuentra en plena recuperación, reconoció que lo ocurrido cambió su mentalidad y la dinámica familiar. Pidió que cada persona sea consciente de tomar precauciones ante la presencia de mosquitos.
¿Cómo estás?
Lo peor ya pasó, estuve una semana con mucha fiebre, fiebre alta, pensando que era una angina común porque tenía una infección en la garganta y decidí llamar a emergencia. Hoy, después de unos días de haber recibido el diagnóstico, y de haber tener los cuidados necesarios para combatir esta enfermedad puedo decir que me encuentro muy bien.
Ayer me hice el último estudio de sangre y los valores han dado normales por lo cual me informaron que ya no tengo que ir a control, obviamente todavía tengo la enfermedad en mi cuerpo. Ahora sé que el mosquito que me picó a mí va a ser el que transmita la enfermedad al próximo que pique. Ahora hemos tomado todos los recaudos necesarios, está todo cerrado en casa, con mucho desinfectante y mucha protección.
¿Cómo fue el momento en que recibiste el diagnóstico?
Fue algo inesperado, la noticia me impactó porque yo había llamado a emergencias el día anterior y habían constatado que tenía unas manchitas blancas en la garganta que podrían corresponder con una angina, me dieron antibióticos que empecé a tomar al otro día pero a las ocho horas de haberlo tomado empecé a sentir una picazón en el cuerpo y aparecieron unas manchitas que yo creí que eran por alguna reacción a lo que estaba tomando. Entonces volví a pedir un médico y ahí me dijeron que lejos de ser una reacción alérgica, existía la posibilidad de que fuese dengue. Ahí me indicaron exámenes y cuando llegué a la clínica, apenas me vio el doctor me dijo "hay muchas posibilidades de que sea dengue", y se confirmó el cuadro con el estudio de sangre.
¿Cómo fue que empezaste con el cuadro?
Me acuerdo que un día me picaron algunos mosquitos en un momento en que mi hija salió a andar en bici al estacionamiento del edificio, estuve unos 10 o 15 minutos con ella ahí. Yo vivo en Saenz Peña, pegado a Devoto. En ese momento no le di importancia pero después empecé con la fiebre. Yo le adjudiqué el cuadro a la finalización del torneo porque me suele agarrar uno o dos días de fiebre, quizá porque el cuerpo baja las revoluciones, pero pasaban los días, la fiebre no pasaba, llegué a tener 39.2 de temperatura y me costaba hacerlo bajar. Después me molestaba la garganta al tragar, no me dolía pero sí me molestaba.
¿Te asustaste?
Cuando me dieron el diagnóstico, sí. Justo se dio en medio de todo esto que está pasando, había poca gente en la calle, poca en la clínica y cuando me confirmaron el diagnóstico me dijeron que por ahí me quedaba internado porque las plaquetas estaban muy bajas y requería nuevos estudios sí… tuve miedo al imaginarme internado, corriendo riesgo de contraer el COVID-19. Por suerte no quedé internado porque rápidamente fueron subiendo los valores.
¿Qué tratamiento te indicaron?
Es simple. Quizá por mi condición de deportista la verdad es que no hubo tratamiento. Me indicaron que si volvía la fiebre tenía que tomar Paracetamol y me indicaron Loratadina para la picazón del cuerpo que tuve después. No más que eso además de esperar que pasaran los días para ver cómo iban dando los exámenes de laboratorio.
¿Eras consciente de la problemática de la enfermedad antes de contraerla?
La necesaria para no vivir en medio de una paranoia. Tomaba precauciones según lo que recomendaban los médicos. La verdad es que no vivíamos poniéndonos repelente como sí lo hacemos ahora, o cerrando las ventanas hasta por las dudas.
¿Y cómo es ahora?
Todo distinto. Familiarmente empezamos a tomar recaudos y medidas nuevas. Lo fundamental es tener todo cerrado para que no entre un mosquito. Tanto mi señora como mi hija son conscientes, está todo hablado pese a que la nena tiene cinco años, nada más, ya sabe que si quiere salir al balcón tiene que cerrar rápido la puerta y saben las dos también que hay que colocarse protector permanentemente. En ese sentido la dinámica de la casa ha cambiado, obviamente.
¿Qué información te dieron los médicos ante la posibilidad de que volviese a picarte un mosquito transmisor de la enfermedad?
Sí, eso es importante. El dengue en cada organismo impacta de manera distinta y además depende de qué tipo de dengue te transmita. Hay cuatro tipos de mosquitos transmisores de la enfermedad: uno, dos, tres y cuatro. El último no está en la Argentina todavía pero sí los otros. A mí me picó el uno, que no es grave, tarda un mes en retirarse la enfermedad y si volvieses a contraerla ahí sí las consecuencias podrían ser más graves.
¿Qué mensaje podrías enviar para aquellas personas que aún no registraron la gravedad de la problemática?
Que le puede pasar a cualquiera y en cualquier lado. Tengo casos conocidos, un excompañero que está en pleno Capital y contrajo la enfermedad en los últimos días. Él y su papá lo tienen. A todos mis amigos y personas que me preguntan les digo lo mismo: mucho repelente, concientizar sobre el tema de las ventanas, poner mosquiteros y desagotar recipientes porque ahí es donde el mosquito vive. Las acciones deben ser mancomunadas entre municipio y habitantes.
¿Con qué cuadro te encontraste en la clínica en medio de este panorama de crisis sanitaria?
A la clínica tuve que ingresar solo y tomar las precauciones ya conocidas del distanciamiento. El personal médico y no médico estaban todos con barbijo, con los box donde atienden tapados hasta el último centímetro. Han extremado las medidas de precaución y vi muchísima menos gente, mucha menos circulación en la clínica de lo que es habitual.
Los médicos estaban solamente abocados a los casos de COVID-19 pero me encontré con que todos los demás casos de personas que ingresaban, la mayoría eran por dengue. En la zona donde vivo, por Devoto, pegado a Capital, está lleno de mosquitos transmisores. Es una problemática importante y me parece que van a tener que llevar a cabo acciones para combatirlo. Se ven camionetas fumigando pero evidentemente no alcanza con eso y también en cada casa, en cada hogar las personas tienen que ser responsables y estar atentos a que no se acumule agua en los recipientes del exterior, higienizar de manera permanente, sin entrar en la locura pero sí desde la consciencia y la responsabilidad.
¿Te has sentido acompañado por el ambiente del fútbol ante la situación que te toca pasar?
Sí. Me han llamado compañeros, obviamente, pero también muchos presidentes de clubes de la categoría, ex compañeros, técnicos… la verdad que el mundo del fútbol se ha solidarizado. Yo también me manejé con la gente de Agremiados, que me han dado una mano importantísima, con los directivos del club, que también me acompañaron. Estoy muy contento con eso y muy agradecido.
¿Cómo sobrellevás la cuarentena que además te toca en esta situación?
Más allá de lo que es el futbolista, creo que es el ser humano el que día a día está aprendiendo con esto de la pandemia, que es algo novedoso para todos y estamos adaptándonos a convivir con ello. En cuanto a mi caso, se extremaron las medidas de precauciones incluso desde antes de que se dictaminara la cuarentena por mi hija, estamos aislados ya desde hace unos 25 días. Con mi señora nos turnamos para salir cada varios.