Boca no se da por vencido y busca cerrar la llegada del 9 que tanto quiere Miguel Ángel Russo. El peruano Paolo Guerrero es la obsesión de este mercado de pases, aunque la situación no es sencilla.
El delantero de 36 años juega en el Inter de Porto Alegre y su cláusula de rescisión es de 4,5 millones de dólares. El Xeneize no tiene problemas en afrontar ese monto; puertas adentro entienden que el problema está en la pretensión salarial del futbolista.
La negociación y las charlas llevan semanas. Por momentos el contacto fue fluido; en otros, directamente el diálogo se pausó. En estas horas trabajan para intentar resolver y minimizar la brecha entre lo que Boca puede ofrecer y lo que el delantero quiere.
Guerrero está cómodo en Brasil, aunque la posibilidad de vestir la camiseta Xeneize lo seduce.
Hoy hubo una reunión clave en Ezeiza entre el presidente Jorge Ameal, el técnico Miguel Ángel Russo y el vicepresidente segundo, Juan Román Riquelme. Allí el DT habría insistido por la llegada del peruano.
Hoy Boca cuenta con tres centrodelanteros: Ramón Ábila, Jan Hurtado y Franco Soldano. Eventualmente Mauro Zárate y Carlos Tévez podrían jugar de 9, pero la idea es traer un especialista del puesto.
Dos fuentes dirigenciales, en diálogo con Toda Pasión, se mostraron optimistas en cuanto a las nuevas charlas que entablaron con el entorno del peruano. ¿Esta vez sí se da?
