Iban 15 minutos cuando Toni Kroos dejó en claro una vez más por qué es uno de los jugadores más extraordinarios del mundo. Real Madrid buscaba su primer gol ante Valencia, por las semifinales de la Supercopa de España que se disputa en Arabia Saudita, cuando el mediocampista alemán encontró una combinación perfecta entre viveza y talento.
Lo que parecía un tiro de esquina normal, casi sin sorpresas, se convirtió en un arma letal: Kroos marcó el camino del Madrid. El alemán, habitual encargado de los disparos de pelota parada, corrió hacia una de las esquinas para ejecutar un córner. Pero en ese momento, apenas acomodó la pelota, se le ocurrió una idea fantástica.
Ante la confusión del arquero y de la defensa de Valencia, que todavía se estaban acomodando, Kroos tomó pocos centímetros de carrera y le pegó al arco. Con un efecto excelente, propio de los jugadores talentosos como él, la pelota giró y se metió en el arco de Jaume Doménech, que no la pudo detener. Fue un golazo olímpico.
La otra semifinal de la Supercopa de España se disputará mañana a las 16 en el King Abdullah Sports City de Yeda, entre Barcelona, con Lionel Messi, y Atlético Madrid, dirigido por Diego Simeone, en tanto que la final se realizará el domingo a las 15.