Liverpool derrotó 2 a 1 a Monterrey y se clasificó a la final del Mundial de Clubes. El equipo inglés recién se impuso en la última jugada y el sábado chocará con Flamengo en busca del título. Se le escapó el sueño al conjunto del Turco Mohamed.
// Mundial de Clubes | Klopp invitó a pelear a Mohamed y el Turco respondió a puro insulto
Naby Keita abrió el marcador a los 11 minutos, pero casi de inmediato llegó el empate de Monterrey. Rogelio Funes Mori, a los 14, puso el 1 a 1 parcial. Roberto Firmino le dio el triunfo a Liverpool a los 91 minutos, cuando todo indicaba que la definición se iba a la prórroga.
De ataque limitado y sin la voracidad ofensiva que lo caracteriza, Liverpool nunca se sintió cómodo en el partido de semifinales. Monterrey vio la situación y se animó. Estuvo a punto de dar el golpe.
El arquero brasileño Alisson sostuvo a Liverpool cuando el campeón de Concacaf lo atacó con pases de larga distancia que tomaron desprevenida a la defensa inglesa.
El equipo mexicano sintió el esfuerzo realizado durante el partido. En el tramo final bajó la guardia y no pudo ante oportunismo de Firmino, que acumulaba siete minutos en la cancha.
Klopp invitó a pelear a Mohamed y el Turco respondió a puro insulto
El partido estaba muy caliente. Iban 75 minutos de juego y el resultado estaba 1 a 1. La paridad ponía nerviosos a ambos equipos: Monterrey porque estaba a punto de dar el golpe en las semifinales del Mundial de Clubes y Liverpool porque no podía traducir su potencial sobre el campo de juego. Toda esa ansiedad quedó en evidencia en un duro cruce entre los entrenadores de los equipos, Antonio Mohamed y Jürgen Klopp.
Una mano durante el partido encendió a Mohamed, que comenzó a pedir tarjeta amarilla para Liverpool. Ese gesto enfureció a Klopp, que no pudo soportar que el Turco pidiera un castigo para uno de sus futbolistas. En ese momento, el entrenador alemán lo invitó a pelear.
Lejos de hacer silencio, Mohamed comenzó a insultarlo y señaló hacia los vestuarios, como dando a entender que no tenía problemas en pelearse. La situación fue muy tensa y el árbitro los amonestó a los dos. Tras algunos segundos, la situación se tranquilizó. Klopp terminó sonriendo, sin creer lo que había pasado. Finalmente, el conjunto inglés se quedó con la clasificación a la final del Mundial de Clubes.