El 27 de noviembre de 2014, Marcelo Barovero atajó un penal que los hinchas de River aún hoy festejan. Un penal que bien pudo cambiar la historia de los superclásicos porque fue en esa semifinal de Copa Sudamericana donde empezó la racha de triunfos del Millonario sobre Boca que aún hoy persiste.
Barovero fue gran protagonista de esa noche en el Monumental atajándole el penal a Emanuel Gigliotti a los 3 minutos del primer tiempo. Era la revancha después del 0 a 0 en la Bombonera. Después, Leonardo Pisculichi anotó el gol del triunfo por 1 a 0 que le dio a River el pase a la final del certamen que terminaría ganando ante Atlético Nacional de Medellín.
El arquero se tiró a su izquierda y levantando su mano derecha desvió una pelota que fue a media altura y sin demasiada fuerza. Trapito apenas festejó con su dedo índice en alto mientras Gigliotti mordía bronca.
"Los guantes de ese día los tengo guardados en mi museo y la camiseta la tiene un compañero de River", contó Barovero.
Hoy, cinco años después, Barovero todavía recuerda con alegría aquel momento que marcó un antes y un después en los enfrentamientos entre River y Boca: "La alegría de ese día me va a durar para siempre", dijo.
El arquero se fue de River en 2016 después de haber ganado también la Copa Libertadores y siguió su carrera en el Necaxa de México (dos temporadas y 56 partidos). Actualmente ataja para Rayados de Monterrey (dos temporadas y 57 partidos).
Con la llegada de Antonio Mohamed como nuevo técnico, Barovero podría dejar Monterrey para utilizar el cupo de extranjero en un futbolista de campo, aunque todavía tiene seis meses más de contrato. Su futuro es incierto pero en diciembre será el arquero en el Mundial de Clubes de Qatar al que Rayados clasificó por ser campeón de la Concacaf.
Hoy, Barovero tiene 35 años y está en el tramo final de su carrera, aunque todavía podría quedar algún capítulo más en su historia con River: ¿volverá al Millonario en un futuro próximo?
