Nuevamente, el boxeo se lamenta por el estado de salud de un púgil, que terminó con conmoción cerebral. Pasó con el argentino Hugo "Dinamita" Santillán y también con el estadounidense Patrick Day, en los últimos días. Ambos habían sufrido una serie de golpes que terminaron siendo, finalmente, mortales.
El último fin de semana, el duelo entre el ucraniano Oleksandr Gvozdyk y el ruso Artur Beterbiev terminó de la peor manera. Ambos llegaban con cinturones de campeones en la división de peso semipesado y combatían para unificar los títulos.
Beterbiev derribó a su rival tres ocasiones en el décimo asalto antes de que el árbitro Gary Rosato detuviera el combate con 11 segundos restantes en el round. Gvozdyk terminó aturdido, y se fue caminando a su rincón. Más tarde, su equipo lo llevó al hospital en donde comprobaron que tenía una conmoción cerebral.
Según su entrenador Teddy Atlas, a Gvozdyk lo llevaron al hospital por precaución, donde le diagnosticaron la conmoción cerebral. "No hay sangrado cerebral ni nada. Gracias a Dios es solo una pequeña conmoción cerebral por los golpes en la parte posterior de la cabeza, nos han dicho, pero teníamos que estar seguros".
Como medida de precaución, la Comisión Atlética de Pensilvania (la pelea fue en Filadelfia) obligará ahora al púgil a una suspensión médica que requerirá que se someta a una batería completa de pruebas antes de que vuelva a pelear nuevamente.
