Juan Ignacio Londero se enfrentaba por primera vez en su carrera a Andy Murray, el exnúmero 1 del Mundo, que fue invitado al Masters 1000 de Shanghai, después de anunciar que, por problemas en la cadera, estaba casi retirado del tenis. De hecho, el británico busca su mejor nivel tras haber caído por debajo del puesto 500 de la ATP debido a sus problemas de salud.
El argentino arrancó con todo y se llevó el primer parcial. Sin embargo, Murray levantó su nivel y tras dos horas y 18 minutos de juego, se impuso en el juego por 2-6, 6-2 y 6-3. El escocés no ganaba un partido en este tipo de torneos desde mayo de 2017, en Madrid.
Londero, número 56 del mundo, se mostró visiblemente molesto y frustrado después de perder el match. De hecho, la transmisión de la TV lo mostró muy enojado consigo mismo, insultándose y hasta pegándose cachetazos.
Fue una manera de descargar la bronca de un partido que había arrancado bien y que podría haber ganado.
Más temprano, el Peque Schwartzman, número 16 del ranking mundial, había sido eliminado por el canadiense Vasek Pospisil, en lo que fue uno de los batacazos del día.
