Banfield venció por 1-0 a Estudiantes por la segunda fecha de la Superliga. Así, consiguió su primera victoria en condición de local en la era Hernán Crespo, que toma un poco de aire en medio de tantas críticas.
// Banfield estrenó su nueva platea, sin alambrados ni fosa
Ambos equipos salieron a jugar con la premisa del buen traslado de la pelota y la presión alta, intentaron tomar el protagonismo desde el comienzo, generando veloces e intensas acciones, en las que el Pincha tomó un leve predominio. Así, tuvo la primera situación favorable con una entrada de Nahuel Estévez, que perdió en el mano a mano con el arquero local, Esteban Conde.
El León se afirmó mejor en el campo y resultó más incisivo que su oponente, sin embargo no pudo concretar lo poco que generó frente a la valla local. Y esto lo pagó caro: cerca del final del primer tiempo, el Taladro se encontró con la apertura del marcador a través de un penal polémico.
El árbitro Nazareno Arasa entendió que Mariano Andújar derribó a Nicolás Bertolo y sancionó la pena máxima. El volante se hizo cargo de la ejecución y no falló. Minutos antes, Andújar ya le había desviado otro penal a Jesús Dátolo.
Con la ventaja a su favor, Banfield encaró el segundo período con más tranquilidad y mayor firmeza. Bien parado, aprovechó los espacios y generó situaciones como para ampliar la diferencia. Un cabezazo de Renato Civelli que dio en el travesaño fue la más clara. Pero el resultado ya no cambió.
El equipo de Crespo consiguió sus primeros 3 puntos en la Superliga, luego de debutar perdiendo ante Arsenal en Sarandí y la próxima fecha deberá visitar a Argentinos Juniors.
Banfield estuvo de estreno
En la tarde del domingo se inauguró una nueva platea pegada al campo de juego, sin alambrado, ni fosa. Simpatizantes y jugadores estuvieron separados sólo por un cordón de hombres de seguridad privada.
El Estadio Florencio Sola cambió su look en la tribuna “Eliseo Mouriño”, el sector que homenajea al ídolo del semillero banfileño que brilló en la primera del club entre 1946 y 1951, cuando fue transferido a Boca: no sólo sacaron el alambrado, sino que pusieron 2.500 plateas.
