Atrás quedó la final perdida de la Copa de la Superliga. Los futbolistas ya se encuentran de vacaciones y desde la dirigencia y el cuerpo técnico están metidos de lleno en lo que serán los refuerzos de Boca para el segundo semestre.
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Además de posibles compras de jugadores de jerarquía -suenan figuras como la de Éver Banega, Maximiliano Meza y Daniele De Rossi- Gustavo Alfaro sigue también de cerca a aquellos que regresan de préstamos y harán lo posible para quedarse a defender los colores del Xeneize. Dos de los más destacados son Sebastián Pérez -en realidad debería regresar en diciembre, pero si el Xeneize lo quiere puede volver ahora- y Gonzalo Maroni.
El mediocampista colombiano llegó a Boca a mediados de 2016 y generó muchas expectativas. Sin embargo, una rotura de ligamentos lo mantuvo alejado de las canchas durante varios meses. Cuando se recuperó, no fue tenido en cuenta por Guillermo Barros Schelotto, por lo que decidieron cederlo. Primero jugó en Pachuca de México y actualmente se encuentra en Barcelona de Ecuador, donde logró acercarse al nivel que alguna vez lo llevó a ser fichado por el conjunto de la Ribera.
Algo similar ocurrió con Maroni, el cordobés de 20 años. Pese a que se ganó rápidamente el cariño del hincha, nunca estuvo en las consideraciones del Mellizo y fue cedido a Talleres de Córdoba. Es una alternativa interesante para Bebelo Reynoso. El único problema con él es que ya jugó la Copa Libertadores para Talleres por lo que solo podrá ser utilizado en el ámbito local.
Otros jugadores que regresan y el entrenador deberá decidir si se quedan o si les buscan nuevo destino son Nicolás Colazo (Tigre), Marcelo Torres (Banfield), Franco Cristaldo y Nazareno Solís (San Martín de San Juan) y Gonzalo Goñi y Tomás Fernández (Agropecuario). Por su parte, el arquero Agustín Rossi rescindió su préstamos con Antofagasta de Chile y le buscarán equipo.
