Un día después de haberse puesto de acuerdo para eliminar los promedios del descenso del fútbol argentino, el pacto entre los dirigentes de la Superliga comenzó a quebrarse. Lo que hace 24 horas parecía algo cerrado, definido, ya no lo es. Luego de analizar las consecuencias de volver al formato tradicional para definir la permanencia en la categoría, muchos se arrepintieron y cambiaron de opinión. Lo que se viene ahora es un intenso debate para encontrar una salida a semejante problema, que podría definirse el miércoles, en la reunión de Comité Ejecutivo, cuando -en principio- debería votarse la medida.
El fútbol argentino vive de cambios bruscos. Lo que pasó entre el jueves y el viernes lo resume a la perfección. Después de que se confirmara que los directivos iban a avanzar con la eliminación de los promedios, las dudas empezaron a crecer. Los que estaban convencidos de sacarlos ahora quieren un poco más de tiempo para pensar y los que estaban en una línea intermedia, no están tan convencidos de cambiar el formato. Lo concreto es que hay muchas dudas y las opiniones están muy divididas.
Una de las principales trabas para eliminar los promedios es cómo implementar el cambio. En la reunión del jueves se había definido que la renovación se iba a dar de inmediato, para la próxima temporada, que comienza luego de la Copa América. Pero es muy cercano. Hay un grupo de directivos que impulsa una idea híbrida, que podría contentar a ambas partes: eliminar ese sistema de descenso pero hacerlo en tres años, como para que los clubes se puedan adaptar. Uno de ellos es Daniel Angelici, presidente de Boca. "Los promedios hay que cambiarlos, pero dentro de dos o tres años", aseguró en CNN Radio. Y siguió: "La preocupación es el reglamento que hemos aprobado en Superliga: muchos presidentes ni siquiera lo hemos leído".
En la Argentina, los promedios se utilizaron por primera vez en 1957, y no en 1938, como se cree erróneamente. Aquella vez se sumaron los puntos de la temporada 1956 y 1957 y se dividían por dos (por torneo en vez de por partidos jugados), que determinó que Ferro descendiera.
En 1958 se tuvo en cuenta un año más en los promedios y, por lo tanto, la suma total de puntos se dividió por tres: ese año Tigre se fue de Primera. En 1963 se suspendió la medida.
Pero 20 años más tarde (en el Metropolitano 1983) se retomó con los promedios como forma para determinar qué equipos perderían la categoría, sistema que ya se cortó en el ascenso, pero que todavía sigue vigente en la máxima categoría.
