Las arengas en el deporte antes de empezar un partido son muy comunes. En general, son eufóricas y buscan levantar el estado de ánimo de los miembros del equipo. Lucas Scarnato, jugador de Laferrere, encontró otra forma de transmitir un mensaje motivador: leer cuentos. Así, mediante un texto que encierre un mensaje y tono más reflexivo.
El delantero y narrador trata, a través sus lecturas, de desdramatizar la competencia y transmitir que, en definitiva, el fútbol es un juego y hay que disfrutarlo.
"La idea es aislarnos un poquito de la máxima tan demandante del ‘ganar como sea’ . Hay que tener la responsabilidad de buscar la victoria, pero también salir de eso y divertirse en el camino", explica en diálogo con TN.
Scarnato empezó a contar historias en Luján donde, además de jugador, fue entrenador del equipo femenino. "Tres años después de haberlas dirigido, todavía nos mantenemos en contacto. Generé un vínculo muy fuerte con mis dirigidas", resalta.
Antes de una de sus habituales historias, Scarnato se enteró de que iba a tener entre sus escuchas a un invitado de lujo: Diego Maradona. Era la época en la que Rocío Oliva (novia del Diez en ese momento) jugaba en Luján. Fue por eso que el actual DT de Dorados la acompañó a la cancha y estuvo atento a la narración en la previa.
Para esa situación, Lucas preparó una lectura especial en la que transmitió todo lo que Maradona le generó como jugador y como argentino. "Que el Diego haya presenciado mi relato fue un premio que me dio el fútbol. Que él me haya escuchando a mí es una cosa que no se me va a borrar nunca de la cabeza", admitió emocionado.
A mediados de 2016, Scarnato volvió a San Miguel, su primer club, y repitió el hábito de leer historias, también con sus compañeros. En esa temporada, el equipo logró el ascenso a la Primera B Metropolitana.
"No fue lo de los cuentos lo que nos hizo ascender, sino que teníamos un grupo que entendía el mensaje y que me respetaba en ese momento como uno de los líderes, fue muy satisfactorio para mi", reconoce el delantero que narró una fábula antes de cada uno de los partidos de la campaña.
A pesar de los buenos resultados que cosechó tanto en el plano de los valores como en el deportivo, Scarnato no continuó con sus relatos en Laferrere: "Llegué a un grupo nuevo que ya estaba consolidado. Hoy les toca ser capitanes y hablar en las arengas a otros chicos que lo hacen muy bien, es lo que quizás demanda y necesita este club. Hay que ubicarse en tiempo y espacio".
"A veces tengo ganas de hacerlo, pero respeto el rol que ocupa cada uno dentro del grupo y hoy no me toca. Quizás en algún momento lo hable con los chicos, pida el lugar y lo pueda llevar a cabo. Seguramente se va a dar", se ilusiona el punta.
El delantero de Lafe no solo aplica su forma de pensar al fútbol, sino a todos los aspectos de la vida: "Es muy común que nos hagamos problema porque no llegamos a pagar algo o por inconvenientes de pareja, pero hay que saber que si se mira alrededor quizás haya un compañero que tenga un familiar enfermo o algo peor y esas son las cosas realmente graves de la vida por las que vale la pena preocuparse", concluye.
