Todo es alegría por estos días en River. Ni el paso del tiempo ni el tercer puesto en el Mundial de Clubes lograron opacar la felicidad que generó la conquista de la Copa Libertadores frente a Boca, el rival de toda la vida.
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Y esta tarde al fin se dio un momento esperado por todos: el reencuentro entre los jugadores del Millonario y sus hinchas, que no pudieron vivir de cerca la gran final por los hechos de violencia y la decisión de la Conmebol de mover la sede a Madrid.
Pasadas las 17, los dirigidos por Marcelo Gallardo aterrizaron en el aeropuerto de Ezeiza y luego comenzaron con la caravana hacia el estadio Monumental, donde aguardaban miles y miles de personas. También se encontraron con muchísimos simpatizantes en el camino y con algunas sorpresas que armaron desde el club.
Una de estas son los afiches de bienvenida que pudieron verse desde temprano en distintos rincones de la Ciudad de Buenos Aires: en uno de ellos se puede ver la Copa Libertadores y en otro está la leyenda de "bienvenidos campeones".
Lo que siguió fue todo fiesta y una tarde-noche inolvidable para todo el pueblo riverplatense.
