Desde hace unas semanas Cristiano Ronaldo se encuentra en el centro de la tormenta. Los principales medios del mundo hablan de él, pero en esta oportunidad no por su alto rendimiento futbolístico. A fines de septiembre, el portugués fue denunciado por la presunta violación de Kathryn Mayorga en 2009. Ahora, el delantero rompió el silencio y se defendió: "Soy un ejemplo dentro y fuera de la cancha".
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Según consta en la presentación judicial, CR7 invitó a Mayorga y a unas amigas a subir a una habitación que habían reservado en un hotel de Las Vegas, donde les prestó camisetas para que se cambiaran y se metieran al jacuzzi. Allí le pidió sexo oral y, posteriormente, la llevó a otro lugar en donde presuntamente la violó.
El futbolista de la Juventus no había hablado hasta el momento del tema, sino que se había manifestado por medio de las redes sociales. "Se trata de una fake news", sostuvo en primera instancia en un video que terminó borrando, mientras que en otra oportunidad señaló que todo se trataba de un "show mediático".
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También se conoció un comunicado de uno de sus abogados. En el mismo señala que lo ocurrido esa noche fue una relación "completamente consentida".
Finalmente, Ronaldo decidió romper el silencio y encarar a las cámaras. "Sé que soy un ejemplo 100%. Sobre el terreno de juego y fuera de él", declaró el cinco veces ganador del Balón de Oro en conferencia de prensa, de cara al choque del martes ante el Manchester United por Champions League.
"Siempre sonrío, soy un hombre feliz, estoy bendecido por jugar en un club fantástico, tengo una familia fantástica, tengo cuatro hijos, buena salud. Tengo todo lo necesario. El resto no me perturba. Voy muy, muy bien", completó.
"Mis abogados están confiados y por supuesto yo también. Lo más importante es que amo el fútbol, amo mi vida. El resto, tengo gente que se ocupa. Por supuesto la verdad siempre sale adelante", cerró Cristiano.
La crisis de Kathryn Mayorga
La mujer que denunció a Cristiano Ronaldo por una presunta violación en 2009 pasó momentos muy duros luego de este hecho. "Tras la agresión sexual, ella experimentó depresión, pensamientos intrusivos, consideró el suicidio, abusó del alcohol, tuvo dificultades para mantener relaciones personales y un empleo", explicó su abogado Leslie Stovall en una conferencia de prensa.
En 2010, Mayorga había accedido a un pacto de silencio a cambio de 375.000 dólares, algo que se dio de baja recientemente luego de que sus defensores alegaran que las consecuencias psicológicas de la agresión la hacían "incompetente" para alcanzar este tipo de acuerdos.
