"Le quiero decir a la gente que si te esforzás y luchás, todo se puede en la vida", explica con seguridad Santiago Ponzinibbio. Está convencido. Él es un claro ejemplo de eso. Su historia es la de un peleador de la vida. En todo sentido.
Hoy es uno de los 10 mejores luchadores de la UFC, "la NBA" de las artes marciales mixtas. La misma que consagró al gran Conor McGregor. Viene de ganar 6 peleas consecutivas y será el protagonista estelar de la primera pelea de UFC en Argentina.
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Este sueño empezó hace diez veranos en La Plata. Tenía 20 años y tomó la decisión que cambiaría su vida por completo: sumarse al viaje de un amigo a Brasil. El objetivo era difícil, probar suerte y tratar de entrar en el complejo mundo de las artes marciales mixtas brasileñas.
Fanático de ese deporte desde chico, empezó a entrenar y llegó a hacer cuatro peleas de "Vale todo", como se lo llama en Argentina. Era su pasión, pero sabía que el deporte no estaba desarrollado en el país y quería competir con los mejores.
"En Brasil las artes marciales son el deporte más popular después del fútbol. Las peleas las miran cerca de 20 millones de personas por TV", cuenta Ponzinibbio.
Santiago viajó "con dos remeras y sin plata". No le importaba. Sabía que si quería llegar a su objetivo tenía que sacrificarse. Vivió cuatro meses en una carpa, vendiendo cervezas y haciendo masajes en la playa. No sabía una palabra de portugués. "Todas en contra", dice Santiago cuando recuerda sus primeros tiempos en tierra carioca.
Pero de a poco fue progresando y logrando cosas. Empezó a entrenar en el equipo de un compañero y se ganó el respeto a fuerza de peleas. Ahí fue cuando la vida le puso una oportunidad en el camino: participar de un programa de televisión que organizaba la UFC para buscar peleadores.
"No me querían aceptar por ser argentino pero entré y me fue muy bien", cuenta Ponzinibbio.
Ponzinibbio ganó varios combates y aunque una lesión le impidió quedarse con el torneo, se transformó en el preferido de los brasileños. Lo apodaron "gente boa" (buena gente, en portugués) y logró así finalmente entrar a la gran categoría. Cumplió su sueño.
Pero la historia no terminó ahí. Después de 7 años en Brasil, de hacerse un nombre y ganar decenas de peleas, volvió a soñar. Se puso en la cabeza ir a Estados Unidos, donde las oportunidades eran aun mayores que en tierras cariocas. Volvió a empezar de cero, sin saber el idioma tampoco. Y su garra siguió intacta. Firme. Creció tanto Ponzinibbio que hoy esta a dos peleas de ser campeón mundial.
Su pelea en Argentina no será solamente para promocionar el deporte. Será la más importante de su carrera, ante Neil Magny, 7 del mundo. Si gana, estará en las puertas de poder pelear por la gran corona. De cumplir un sueño más. Con esfuerzo todo se puede.
