Para poder ser basquetbolista profesional se requiere mucha dedicación física y mental. En la carrera de medicina pasa algo similar, para completarla hay que dejar de lado casi todo. En Obras , hay una jugadora que combina ambas profesiones motorizada por la gran pasión que siente por ambas.
Johanna Puchetti nació en Crespo (Entre Ríos) y pasó su infancia en Paraná. Su padre militar viajaba mucho por trabajo y por eso tuvo que mudarse a 28 de Noviembre, un pueblo ubicado a 200 kilómetros de Río Gallegos. Ahí, en el sur, empezó su relación con el básquet a los 12 años.
En 2001 volvió a Paraná con la intención de jugar al handball, pero en esa ciudad no había dónde practicarlo. Entonces, incursionó en el hockey sobre césped hasta que pegó el estirón y el palo le quedó chico. Finalmente, se decidió por el deporte que la acompañaría el resto de su vida.
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En 2014, Puchetti se recibió de médica de atención primaria en la Universidad Nacional de Rosario cuando todavía jugaba en Talleres de Paraná. Hoy integra el plantel de Obras y estudia deportología en la UBA.
"En 2017 teníamos la final contra Berazategui y yo había dormido solo una hora. Salí a las 18:30 del Argerich y a las 20 empezó el partido. No sabía dónde estaba parada. Mis compañeras me palmeaban porque sabían que había estado de guardia", cuenta la basquetbolista de 31 años que reconoce el esfuerzo que le demandó progresar en ambas profesiones.
"Puche", como le dicen sus compañeras, admira a Andrés Nocioni: "Es una inspiración para cualquier deportista. Aunque se autodefine rústico, demuestra que con esfuerzo, voluntad, trabajo y compromiso se puede llegar al máximo nivel".
"Fue un esfuerzo terrible, pero la verdad que lo recomiendo a cualquier persona que practique deporte. No me arrepiento de nada. Estoy muy agradecida a mis viejos que siempre me bancaron y a mis entrenadores. Estoy feliz de la vida", destaca la basquetbolista
Para Puchetti, el sacrificio es una forma de vida. Sabe que algún día su carrera como jugadora va a terminar. Ahí se verá el fruto de tantos años de estudio y la medicina va a ganar lugar en su vida. No obstante, la pasión por su deporte siempre va a estar presente.
