Los Golden State Warriors, con nueve triples de Stephen Curry, derrotaron este domingo por la noche 122-103 a los Cleveland Cavaliers en el Oracle Arena, en Oakland, y se pusieron 2-0 en la final de la NBA.
Curry, con 9 de 17 desde afuera del perímetro, le arrebató a Ray Allen el récord de triples en un solo partido en la historia de las finales y acabó con 33 puntos para neutralizar los 29 tantos, 13 asistencias y 9 rebotes de LeBron James.
El esfuerzo LeBron, que se transformó junto a Michael Jordan como los únicos jugadores en los últimos 25 años en superar los 50 tantos en la última instancia de la competencia, no sirvió para arañar ninguna victoria del Oracle Arena.
Cleveland venía de perder 114-124 en la prórroga luego de una última acción que pasó a la historia, cuando J.R. Smith capturó un rebote ofensivo con el marcador igualado en los instantes finales y, en vez de lanzar retrocedió hasta la mitad de la cancha, agotando el tiempo.
Sin Andre Iguodala por lesión y con Thompson entre algodones tras sufrir un esguince en el tobillo izquierdo en el primer partido, los locales tenían la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa y viajar a Cleveland con una ventaja de dos victorias. Y la aprovecharon.
Ahora, los Cavaliers regresan el miércoles a casa, donde deben revertir la tendencia si quieren tener opciones de alargar la serie. De otra forma, los Warriors, sin piedad, acariciarán el anillo y podrán empezar a mirar a los ojos a los mejores equipos de todos los tiempos.