"Sabemos que el Real Madrid tiene experiencia, pero no hemos hecho lo que debíamos para ganar”. El enojo de Nasser Al Khelaifi, presidente del PSG, fue muy evidente ante las cámaras de los periodistas. El hombre que maneja los destinos del club parisino sabe que los millones que gastó no fueron suficientes para pasar de los octavos de final de la Champions League, el torneo más importante.
Visiblemente molesto habló tras la derrota y señaló que no iba a criticar al equipo públicamente: "No quiero criticar a nuestro equipo aquí, será en el vestuario. Hablaremos con los jugadores. Estamos muy decepcionados por haber sido eliminados. No hicimos lo correcto para ganar y así es difícil seguir adelante".
De las declaraciones del mandamás catarí se desprende que habrá cambios. Uno de los que está en la cuerda floja es el DT, Unai Emery, que hace tiempo no cumple con las expectativas. Es la segunda vez que queda eliminado y no logra pasar los cuartos de final. Para los millones que se gastó el PSG en refuerzos eso se llama fracaso. La prensa francesa apuesta por un entrenador italiano y el actual técnico del Chelsea, Antonio Conte, cuenta con todos los ingredientes para dirigir el nuevo proyecto. Pero no es el único: Roberto Mancini, Luigi di Biagio, Massimiliano Allegri, Mauricio Pochettino o Luis Enrique también aparecen como posibles sustitutos.
El equipo ya no oculta su distancia con el entrenador. El alemán Julien Drexler no se privó de criticarlo en la televisión alemana al término del duelo contra el Madrid. "Estoy cabreado", dijo en referencia al entrenador. El jugador consideró que al planteamiento de su equipo "le faltó ambición", fueron "inofensivos y pasivos" cuando deberían "haber presionado" al rival.
La otra gran preocupación es saber si Neymar, ausente por lesión en el duelo ante el Real Madrid, seguirá en la institución. Un jugador de su calidad no puede estar en un equipo mediocre que no pelea por las cosas importantes. Recordemos que el brasileño se fue del Barcelona para salir de la sombra de Lionel Messi y poder lograr una independencia, para tratar de quedarse con el Balón de Oro. Hasta el momento parece haberle salido mal.
El brasileño Marquinhos, compañero de Ney en el PSG y la Selección de Brasil hizo pública la preocupación: "Yo le pido que se quede, es el momento de tener tiempo para que las cosas puedan entrar en automatismos, que podamos ganar madurez como equipo, para tener la potencia para este tipo de partidos".
Es sabido que al crack lo pretende el Real Madrid desde hace tiempo. Veremos que pasa.
La eliminación en octavos deja al club francés entre la espada y la pared, con un futuro financiero pendiente del capital catarí y de la vigilancia de la UEFA, un entrenador sin crédito y un equipo muy criticado por los hinchas.
Seis años después de que el club fuera comprado por un fondo soberano de Catar, el equipo no ha dado signos de rivalizar con los grandes del continente, pese a una inversión de más de 1.000 millones de euros.