La estadounidense Emily Sweeney protagonizó este martes un espectacular accidente en la última serie del luge femenino de los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang 2018, que obligó a los organizadores a interrumpir momentáneamente la prueba para que los médicos pudieran atenderla.
Sweeney buscaba mejorar su décimo tercer puesto parcial en la última bajada de la competencia, pero el trineo se le desbalanceó en la curva 9 del circuito -la más peligrosa- y chocó contra una de las paredes. Cuando intentó corregir la marcha, el pequeño vehículo (que iba a unos 140 kilómetros por hora) se cruzó en el canal y salió despedido hacia el otro costado, lo que terminó con Sweeney despedida y el trineo volcado.
De inmediato, los médicos acudieron en su ayuda, mientras que en las pantallas gigantes dejaron de emitir imágenes de la zona del accidente. Por el contrario, las cámaras mostraban la preocupación del cuerpo técnico de Estados Unidos y la de los aficionados.
Tras unos diez minutos de incertidumbre, la atleta de 24 años pudo incorporarse con mucho dolor, pero llevó tranquilidad a los asistentes al poder desplazarse por sus propios medios y apenas sufrir heridas leves.
