Julio Zamora es un luchador. Atrás quedaron esos tiempos en donde con el 7 en la espalda volaba y hacía delirar a los hinchas de Newell's. Hoy, es uno más en la jungla del fútbol.
Hasta hace unos meses, el Negro trabaja como entrenador del club Real Potosi. Todo iba bien, hasta que en noviembre de 2017 tuvo dos ACV y estuvo internado. Lejos de reconocer la situación, los dirigentes bolivianos nunca se hicieron cargo de su internación, valuada en 20 mil dólares.
Tras la recuperación, Zamora pidió ayuda ya que no pude pagar la deuda que contrajo: "Estoy vivo pero sin nada, lo que gané en el fútbol lo perdí", admitió antes de ponerse a llorar ante los micrófonos de los periodistas.
"Nos estamos asesorando con abogados de la FIFA para saber los pasos a seguir, ya que es injusto lo que nos hizo el club porque mi papá estaba trabajando", comentó Brian Zamora, uno de los dos hijos del ex futbolista.
Los familiares del técnico argentino pidieron la colaboración de los hinchas bolivianos para conseguir el dinero que se adeuda a la clínica.
El Negro, tras su alta médica, relató que está viviendo en casa prestada y pidió a su ex club, Real Potosí, que se haga cargo de la deuda. "Mi situación económica es crítica. Mi familia vendió todo lo que teníamos de valor", indicó.
