Esta mañana, Ariel Holan dio a conocer una carta en la que explicó que, luego de los sucesos que le tocó vivir con la barra brava, decidió ponerle punto final a su ciclo en Independiente. Un golpe al corazón de los hinchas: la violencia volvió a ganar y así perdieron al DT que le devolvió la identidad al club.
Lo cierto, es que el entrenador se fue envuelto también en otros problemas. Uno de ellos es el quiebre en la relación con Alejandro Kohan, su preparador físico, "compañero de ruta" desde hace 27 años y hombre de gran llegada al plantel. Sin lugar a dudas, una pieza determinante en su cuerpo técnico.
El propio Kohan confirmó este distanciamiento con Holan. "Hace varios días que no hablo con Ariel y me duele su decisión. Él tiene una mirada y yo otra. Desde que volvimos de Brasil no hablamos y ayer no fui a su casamiento", dijo en diálogo con La Red y agregó: "Es real que desde hace un tiempo tenemos una relación más distante. Le deseo lo mejor en el futuro, pero no voy a seguir trabajando con él".
En 20 años tenés idas y vueltas, discusiones, es normal. Yo también necesito calmarme, no me gusta para nada este tipo de situaciones. Hace una semana estábamos festejando en el Maracaná. Quiero claridad mental para pensar
El PF evitó referirse acerca del motivo que terminó de romper la relación (se hablaba de diferencias económicas), pero dejó en claro que cada uno seguirá por su sendero.
Un largo camino al... Infierno
Holan y Kohan compartieron un camino muy extenso, primero en el mundo del hockey y luego en el del fútbol. Ya en el deporte más popular de la Argentina, supieron estar bajo el ala de Jorge Burruchaga en primera instancia y después formaron parte de los planteles de River y Banfield que supo comandar Matías Almeyda. La relación con ambos entrenadores terminó mal.
Finalmente, empezaron su propia carrera en reserva y se fueron armando hasta al fin llegar a dirigir en Primera: tras comandar Defensa y Justicia, dieron el salto a Independiente, donde tocaron el cielo con las manos, pero también conocieron el Infierno.