La manta corta afecta a River. Se la juega en las copas, pero se le complica en la Superliga. En semis de la Libertadores y la Copa Argentina, al Millo se le hace cuesta arriba el torneo local, donde este sábado perdió por goleada 4-0 con Talleres por la séptima fecha.
Marcelo Gallardo cuidó a sus titulares porque el martes se juegan el pase a la final de la Libertadores ante Lanús, y con muchos juveniles (incluso con el debut de Nahuel Gallardo, hijo del Muñeco) al equipo le faltó esa prestancia y solvencia que suele tener. Enfrente tuvo a una T que lo apuró siempre y que se quedó con los tres puntos de manera justa.
El conjunto cordobés fue más en el primer tiempo, y cuando la visita había mejorado y se le estaba animando, Juan Ramírez metió un zurdazo que tuvo poca resistencia del arquero Augusto Batalla, y a los 43 hizo estallar a todo el estadio Mario Alberto Kempes.
En el arranque del complemento hubo mucho de insinuación pero poco de confirmación de ambos lados. Con algunas jugadas polémicas -como un penal no cobrado para River- y con varios “uhhh” que bajaron de la tribuna.
Y cuando parecía que el partido estaba definido, una gran jugada de toda la cancha de Talleres que arrancó en el arquero y terminó en el área rival, lo dejó otra vez a Ramírez de cara al arco, y tampoco perdonó. Ese jugadón fue un click en el juego.
Si el 2-0 era acorde a lo que pasaba, el tercero de Marcelo Torres a los 32 y el 4-0 a los 35 (Lucas Olaza de penal) confirmaron el gran momento de Talleres, que logró la máxima goleada de su historia ante el Millonario.
Así, el equipo de Frank Kudelka llegó a catorce puntos y quedó como escolta de Boca (18), mientras que River cayó por primera vez en la Superliga luego de tres empates. Pero claro, poco importará este traspié de los suplentes si el martes consigue el pasa a la final de la libertadores. Porque la manta corta es así. Se festeja por un lado y se sufre por otro.
