Las lesiones deben ser de lo más duro en la carrera de un futbolista. Sobre todo aquellas que necesitan intervención quirúrgica y mucho tiempo de recuperación. Es por eso que Augusto Fernández hoy sonríe. El jugador del Atlético de Madrid volvió a pisar un campo de juego después de estar 303 días afuera por la rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha.
El volante fue parte del amistoso entre el Colchonero y el Toluca, que se disputó en México y que terminó empatado sin goles. El exjugador de Vélez y River jugó los primeros 45 minutos y tuvo una buena actuación.
Fernández estuvo lesionado desde septiembre del año pasado, después de un choque involuntario con el costarricense Celso Borges, en el partido entre el Atlético de Madrid y el Deportivo La Coruña. Después de pasar por el quirófano, Augusto afrontó una larga recuperación. Un trabajo que le ocupó toda la temporada pasada, en el que perseveró durante las vacaciones y que culminó en la concentración de pretemporada de las dos últimas semanas.
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Una vez finalizado el encuentro, el Cholo Simeone tuvo palabras de aliento para su jugador: "Augusto viene creciendo y trabajando muy bien, hoy jugó en la primera parte con bastante equilibrio, está claro que necesita más tiempo, pero el camino que está llevando es seguro y firme y su crecimiento y lo vemos mejorar en los entrenamientos y esto es importante para él y sobre todo para nosotros que lo necesitamos dentro del equipo", declaró en la rueda de prensa.