Se lo llevó en la del final, Independiente. Con alguna polémica en el medio, sí, pero con justicia. Porque el Rojo fue más que Huracán en Avellaneda, y en el descuento dio vuelta el partido y lo ganó 2-1.
El Globo abrió el marcador a los 26 minutos el primer tiempo, aunque en realidad fue un jugador del local quien convirtió en contra: Emmanuel Gigliotti. El resultado no mostraba lo que pasaba en la cancha, con los de Ariel Holan con más manejo de pelota y dominando el terreno.
Pero en el complemento todo cambió y hubo jugadas para analizar. Ezequiel Barco empató de penal a los 35, después de una dudosa mano de Martín Nervo. Y cuando quedaba poco tiempo, en el área del Rojo hubo una situación similar con Alan Franco que el árbitro, Fernando Echenique, no cobró de la misma manera.
Y cuando los hombres del Globo todavía protestaban llegó el agónico triunfo del local, gracias a un cabezazo de Walter Erviti. Un festejo que le permite a Independiente prenderse definitivamente en el lote de los de arriba (incluso con un partido menos), mientras que Huracán permanece entre los del fondo de la tabla.