La cantidad de cosas que le deben estar pasando por la cabeza a Axel Werner. Tener que cambiar el chip no debe ser tan fácil. Más que nada por los nervios. Porque no es lo mismo ir al banco que enterarte de un momento a otro que vas a ser titular. Y mucho menos si es tu debut en ese arco. Que es nada más y nada menos que el de Boca. Y encima en un Superclásico. De visitante.
Todo eso debe estar pensando y procesando el joven arquerito, que por la repentina lesión de Guillermo Sara tendrá este domingo sus primeros minutos oficiales bajo los tres palos del Xeneize ante River y en el Monumental.
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Axel Wilfredo Werner nació en Rafaela el 28 de febrero de 1996, y debutó en Primera en octubre de 2015 por Copa Argentina en el equipo de su ciudad, Atlético. Catorce partidos y 26 goles recibidos después, el Atlético (pero de Madrid) vio que tenía un gran futuro y lo compró, pero lo cedió a préstamo a Boca, donde está desde mitad de año pero sin continuidad.
Guillermo Barros Schelotto apostó por Sara para todas las competencias, y Axel apenas si tuvo una actuación amistosa en el Xeneize el día del escándalo ante Olimpia, cuando en octubre el conjunto paraguayo se retiró del campo de juego.
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Por sus condiciones, Werner ya tuvo un paso por los seleccionados nacionales Sub17 (fue cuarto en el Mundial 2013, como suplente de Augusto Batalla), Sub20 (estuvo preseleccionado pero no disputó la Copa del Mundo 2015) y Sub23, con el que fue a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, aunque tampoco logró atajar ya que Gerónimo Rulli era indiscutido.
En la historia reciente de los Superclásicos, hay varios arqueros que tuvieron que defender por primera vez su camiseta ese día tan especial. Sara debutó en Boca en enero de 2015 con un 1-0 por un amistoso de verano; y Pablo Migliore se puso los guantes en 2006 con un 1-1 en la Bombonera. El más parecido al caso de Werner es Fernando Navarro Montoya: el Mono atajó para la azul y oro por primera vez en el Antonio Vespucio Liberti en septiembre de 1988, con un triunfo 2-0.