Era uno de los momentos que todos esperaban. Desde que se supo cuándo iba a ser la despedida de Diego Milito, el morbo futbolero imaginó el recibimiento que los hinchas de Racing le iban a dar a Gabriel, hermano del Príncipe e ídolo de Independiente.
Y finalmente llegó el día. Un Cilindro con mucha gente chifló a Gaby cuando salió del túnel, y enseguida empezó con su grito de guerra típico para estos casos: "Milito hay uno solo".
A todo esto, el DT del Rojo ni se inmutó y siguió caminando hasta el centro de la cancha, donde lo esperaban Leonardo Ponzio y Javier Zanetti, con quienes se rió por la situación.
Momentos después, la hinchada blanquiceleste le recordó al menor de los Milito que "el que no salta se fue a la B". Pero él, como el caballero que es, no hizo ni un gesto. Todo sea por el hermano.