Perdía dos sets a uno. Y su rival, el suizo Stan Wawrinka, sacaba 5-2 para llevarse el partido y meterse en semifinales del US Open. De repente, el público que todavía quedaba en el estadio Arthur Ashe a la una de la mañana de Nueva York empezó a ovacionarlo. Porque se lo merece por estar de regreso tras pelearla tanto tiempo contra una lesión.
Allí estaba parado Juan Martín del Potro, a punto de recibir el servicio de su oponente. Pero la gente comenzó a alentarlo con el tradicional "Delpo, Delpo". Y el tandilense, al igual que en los Juegos Olímpicos, se sintió emocionado por el cariño que le brindaban y rompió en llanto.
El juego fue demorado unos instantes por el propio Wawrinka, quien entendiendo la situación especial que vivía el argentino esperó para sacar y quedarse con el juego. Pero a esa altura el resultado era lo de menos. Delpo está de vuelta y es lo que más vale.