Le dieron una vuelta. Le dieron otra vuelta. Le dieron mil vueltas. Lo cierto es que ni el Gobierno quería poner los 2500 millones de pesos que hay que poner para televisar el fútbol ni el fútbol quería depender del Gobierno. Lo seguro es que el gran tema que se viene es la gratuidad de la televisación de los partidos. Así, el fútbol va camino a ser pago a partir de 2017.
Armando Pérez ya es el presidente de la Comisión Normalizadora y tiene línea directa con Mauricio Macri (era su candidato a presidente de AFA). Entre los dos blanquearon posiciones. El fútbol quiere más plata y ya entendió que el Gobierno no se la dará. El Estado no quiere dar este dinero y mucho menos aumentarlo.
El acuerdo, al día de hoy, es que el Gobierno pagará las cuotas como estaba estipulado y en este lapso la Comisión Normalizadora y la Superliga, ya constituidas y en funciones en un par de semanas firmemente, buscarán la empresa que lo pueda garantizar. La idea es que dentro de seis meses comience una licitación a nivel internacional.
Todo va en camino a que el fútbol se privatice y que el servicio sea pago desde 2017. Lo más probable es que cada usuario deba abonar un plus en la factura de cable (hoy el FPT se ve en un 92% por cable y solo un 8% sin él). No habrá anuncio oficial. Todo se estirará hasta fin de año. Pero el camino está claro: el Estado dejará el Fútbol para Todos y destinará esos fondos a cuestiones más productivas.
