Probablemente no exista un ejercicio más famoso en la historia de la gimnasia que el realizado por la rumana Nadia Comaneci en el obligatorio en paralelas en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976. Ese fue el primer 10 olímpico de la historia. La perfección pura.
Por entonces, Nadia Comaneci tenía 14 años. Una nena. Sorprendió al mundo entero con un ejercicio digno de admiración que la convirtió en una estrella para todos los tiempos, a la altura de Mark Spitz, Usain Bolt o Michael Phelps.
Hoy se cumplen 40 años de ese maravilloso momento del deporte olímpico, y Nadia Comaneci, viviendo en los Estados Unidos, lo recuerda con una frase muy particular: "Cuando hice el obligatorio en paralelas pensé que había hecho un muy buen ejercicio pero no perfecto".
La anécdota de ese momento fue increíble: el tablero no pudo mostrar el 10.00. y en cambio, al lado del número 73 que usaba Nadia, apareció un 1,00. Pero era un 10.'00. Y el estadio estalló en una ovación.
