River regresó a los entrenamientos y la primera noticia no fue nada grata: Lucho Gonzalez, saludó a sus compañeros y al cuerpo técnico y pegó el portazo. El volante se desvinculó del club y podría seguir su carrera en Racing, Huracán o volver al Porto, de Portugal.
Es verdad que Lucho no tuvo mucha participación en el último tiempo y con su ida River se ahorra un sueldo importante. Pero el tema pasa porque a la institución de Nuñez todavía no han llegado refuerzos. Lollo está al caer, pero todavía no se hizo la firma. La única cara nueva es la de Gio Simeone que retornó de Banfield.
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El plantel se entrenará esta semana en Buenos Aires y el próximo domingo viajará a Miami y a Orlando, donde jugará el 9 de julio con América de Cali. Habrá otros dos amistosos, con fecha a confirmar, ante un equipo de la Major League Soccer estadounidense y el Sevilla español, tricampeón de la Europa League.
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Por otro lado, caída la incorporación del arquero Franco Armani, que se quedará en Atlético Nacional, la dirigencia busca otro jugador para ese puesto. Tampoco se dan por vencidos e insisten por los dos futbolistas de Rosario Central apuntados. Uno es el lateral Víctor Salazar, por quien se hizo un ofrecimiento de tres millones de dólares y el otro es Walter Montoya, con quién Gallardo se comunicó personalmente para que llegue al club.
