Fue un verdadero escándalo el arbitraje del neocelandes Nike Briant, que tuvo dos varas totalmente diferentes para medir las acciones del partido que disputaron esta tarde Los Jaguares y Los Kings de Sudáfrica, en el Nelson Mandela Bay de Port Elizabeth.
Pese a terminar con tres hombres de menos, el equipo argentino estuvo cerca de conseguir una hazaña que hubiese sido histórica. Pero al final no pudo aguantarlo más y terminó cayendo por 29-22, por la decimocuarta fecha del Súper Rugby.
Ya en el primer tiempo, Los Jaguares sufrieron las expulsiones de Tomás Lavanini y Ramiro Herrera. Pese a la inferioridad numérica y al árbitro, que solo tenía ojos para sancionar las acciones disciplinarias de un solo equipo, los argentinos lograron irse al descanso 6-3 arriba.
A puro corazón, lograron ampliar aún más la diferencia frente a los locales, pero todo se desmoronó a diez minutos del final, luego de la amonestación de Tomás Lezana: se perdió un hombre clave, se terminó de desarmar el equipo -quedó con tres hombres menos- y, aquellos que siguieron en cancha, quedaron muy condicionados. Allí, llegaron las conquistas de Schalk Ferreira, un try penal, Dewald Human y Wandile Mjekevu para dar vuelta el partido.
Bronca por la derrota, pero la frente en alto por haber dado una tremenda batalla contra todos. El próximo compromiso será luego del receso, el 2 de julio ante los Bulls de Nueva Zelanda, en el estadio de Vélez.
