El jueves, después de jugar el partido por la Copa Argentina, Sebastián Saja dirá adios. Encubierto en la emoción de las lágrimas en la despedida de Diego Milito, el arquero sabía que ese día, bajo el anonimato para no opacar la fiesta del capitán, se estaba despidiendo de la gente de Racing.
La reunión con los dirigentes para armar un nuevo contrato fue cordial y amena. Sin embargo la rebaja del 50 por ciento (tenía un salario sideral firmado bajo la gestión Cogorno) no lo iba a ayudar en su decisión de quedarse. No fue culpa de los dirigentes, que intentan cuidar la economía del club, pero es lógico que ante ofertas más tentadoras, el dinero que ofrece la Academia sea poco.
El jugador le dijo al presidente Victor Blanco que la salida de Milito lo había golpeado en lo emocional. El arquero y el delantero forjaron una gran relación en estos dos últimos años, a tal punto de que el día de mañana quieren dirigir juntos. Es por eso que le pidió que le de unos días para pensarlo. Sin embargo la decisión ya estaría tomada.
Algunos dicen que se irá a jugar a la Liga estadounidense. Otros indican que tiene ofertas de México. Lo cierto es que Saja no seguirá en Racing y eso, además de una baja sensible para el equipo, será una gran tristeza.
