Por Sergio Chiarito.
Los jugadores argentinos son garantía de buenos rendimientos. Y no solo brillan por sus goles y gambetas, sino que muchos de ellos armaron sus carreras en las grandes ligas, siendo útiles a sus equipos. ¿Son esenciales para ganar un campeonato? No creo, pero en los países más importantes siempre está la foto de algún compatriota dando la vuelta olímpica.
Barcelona ganó la liga y Messi junto a Mascherano sumaron otro título. En este caso no hay motivos para sorprendernos. Todo el equipo gira en torno a la Pulga y el Jefecito es la voz de la responsabilidad en el equipo catalán. El punto fuerte de ambos es haberse hecho respetar en un equipo que tiene como fiel reflejo a la sociedad catalana.
La Juventus volvió a ganar un scudetto. Ya no tiene a Tevez, pero en Dybala encontró a una megafigura que parece no tener techo. Desde Córdoba llegó al pequeño Palermo, pero cuando arribo a un grande del calcio, no perdió su brillo. Es mas, creció como jugador convirtiendose en ídolo.
Leicester demostró como un pequeño puede quebrar a muchos gigantes. Y en la lista de notables que lograron la hazaña, aparece Leonardo Ulloa. Con un silencioso paso por San Lorenzo, el rionegrino fue vital a pesar de no haber sido titular. Pero cuando le tocó entrar fue clave en juegos calientes y siempre tuvo su cuota goleadora.
PSG desfiló en la liga francesa. En este caso con jugadores de buen pie como Di María y Pastore. Angelito no se bajoneó cuando tuvo que dejar Madrid y Manchester, de hecho tuvo un gran nivel mientras que Pastore mantuvo la frescura que tuvo en Huracán. Ganaron el campeonato casi caminando al lado de estrellas como Zlatan Ibrahimovich y Edinson Cavani. La verdad es que deberían llegar a una liga más competitiva. Su lucimiento en Francia se opaca ante el poco nivel de los equipos.
Los portugueses no tienen el colorido de las ligas poderosas, pero esto no le quita importancia a la gran gesta de Nico Gaitán con el Benfica. Las Aguilas se coronaron tricampeones, y el exBoca no solo se destacó por sus goles, sino que terminó como un gran referente, llevando la cinta de capitán.
No me quiero olvidar de Gonzalo Higuaín que pese a no haberse coronado en el Calcio, rompió un record histórico. Con sus 36 goles se convirtió en el máximo artillero de la liga en una temporada. También merecen reconocimiento los argentinos del Atlético Madrid que disputarán la final de la Champions League con la posibilidad de convertirse en los mejores de Europa.
Hay para todos los gustos. Hábiles, obedientes, goleadores, temperamentales e inteligentes. Siempre serán necesarios para cualquier técnico del mundo. Porque nunca se cansarán de salir en una foto con una sonrisa ganadora, dando una nueva vuelta olímpica.
