Por Diego Ruscitti.
Hoy es una de las figuras del Real Madrid. El equipo Blanco es muy poderoso en Europa. No es Cristiano Ronaldo, ni Benzema tampoco Garet Bale menos James Rodríguez. Tal vez sea más parecido a Mascherano en su fortaleza física y a Tomas Muller en ese estilo lindo, porque el “chapu” tiene una técnica de lanzamiento muy elegante y no para de correr, algo que Muller pregona en sus idas y vueltas, pases y llegadas. Andrés Nocioni es el abanderado en la guerra, en la batalla. Es el primero en la línea de fuego, no importa si enfrente está Goliat, tiene el temple y la valentía de un David.
Hay pocos jugadores con su carácter. Por momentos me hace acordar a Thor en los Vengadores. En cada lugar que estuvo fue una especie de héroe. En el preolímpico de 1999 con tan sólo 19 años le volcó una pelota tremenda a Kevin Garnett (2.11) y a Tim Duncan (2.13). El estadio Roberto Clemente en Puerto Rico se vino abajo y hasta los suplentes de Estados Unidos se pararon y aplaudieron. Larry Brown entrenador de USA, pidió minuto y diseñó una jugada para que Garnett devuelva gentileza y así lo hizo, pedazo de volcadón y abrazo al Chapu. El pívot estadounidense habló sobre la jugada del argentino: "Fue arte no una volcada. Le dije que si lo hacía de nuevo le rompía una muñeca. Estuvo genial para el espectáculo".
LA VOLCADA A GARNET.
Con 35 años en el 2015 fue nombrado MVP (mejor jugador) y su equipo ganó la Euroliga. No perdió el hambre. Es un símbolo, referente y respetado. En las redes lo definen de manera extraordinaria y tal cuál es su corazón: “Con el Chapu vamos a la guerra con escarbadientes”, definición exacta de la afición madridista. Saben que no se rinde.
En la NBA tuvo sus grandes momentos, en especial en Chicago Bulls, donde en un momento promedió 19.1 puntos por partido y fue el mejor jugador de la franquicia. A mi entender, la afición que más lo disfrutó. Pasó por varios equipos pero nada lo seducía y cuando no estuvo a gusto decidió alejarse.
España siempre lo recibió bien al igual que la Argentina. El Madrid le dio la contención que necesitaba, él pagó con un rendimiento sublime.
Se acercan los juegos Olímpicos de Río, queda poco y el Chapu se está preparando. Es la camiseta que más quiere, y esta etapa va a ser muy especial. Sabe que es la última, una cita olímpica que marcará la despedida de una generación inigualable y de un guerrero que seguramente va a estar muy sediento de una medalla a los 36 pirulos.
LAS 10 MEJORES JUGADAS DE CHAPU EN EL MADRID.
