Para empezar por el principio hay que reconocer algo: poco esperaba de Chacho Coudet DT. Prejuicio absurdo. O no tanto. Su impronta como futbolista no daba para imaginarlo técnico: pelo teñido y peinados raros, jodón permanente, no muy amante de la táctica y la estrategia. Nada que ver. Chacho sorprendió de verdad y armó un equipazo que da gusto ver.
Rosario Central juega bárbaro. En todas las canchas y contra cualquier rival. Y Coudet demostró ser buen entrenador y gran seleccionador de jugadores: trajo de vuelta a Marco Ruben, eligió a Marcelo Larrondo y pidió a Javier Pinola, por ejemplo. Y le dio lugar a los pibes que la mueven como Montoya, Aguirre, Cervi, Lo Celso y Nery Domínguez (ya no está).
Este Central se quedó en las puertas de un título en el 2015 en el campeonato y en la Copa Argentina (el escandaloso arbitraje de Diego Ceballos lo perjudicó). Ya lleva un año jugando bien al fútbol y no es desmedido decir que actualmente es el equipo que mejor juega en la Argentina.
Coudet era un "loco lindo" como futbolista. Ahora como DT la tiene clara y no come vidrio: del medio para adelante Central juega y va al frente, pero del medio para atrás es un equipo durísimo con Musto, Donatti, Pinola y Alvarez. Ataca pero no regala nada.
En Argentina es difícil ser campeón. Difícil de verdad. Este Central merece algo. Esperaba poco de Coudet DT, es la pura verdad, sin embargo hoy busco en la programación de cada fecha para saber cuándo juega Central. Da gusto verlo.
