Arrancó Independiente como para confirmar su chapa de candidato. Y Denis era el eje: un par de movimientos demostraron que volvió con vigencia plena y está para hacer diferencia. En una de esas jugadas, abrió el hueco para la llegada de Toledo, acompañó la jugada y terminó definiendo una excelente jugada colectiva, después de una buena asistencia del lateral derecho. Pero enseguida, y después de un rebote desafortunado, el uruguayo García se encontró de cara al gol frente al Ruso Rodríguez, cruzó el remate bajo y Godoy Cruz encontró el empate.
El equipo mendocino se animó, metió vértigo en la mitad de la cancha y, sin complicar demasiado al fondo de Independiente, pareció ser un poco más en el primer tiempo. Y fue entonces cuando quedó claro que Pellegrino tiene mucho que trabajar todavía, ya que Méndez y Ortiz no encontraban la pelota y entonces, se veían forzados a aceptar la propuesta de idea y vuelta de los locales. Y arriba, Denis luchaba en soledad, con Rigoni muy tibio para acompañarlo.
Y en el segundo tiempo, las cosas no cambiaron demasiado. El Rojo intentó manejar un poco más la pelota, pero no logró escapar del ida y vuelta que propuso el Tomba. Y en ese esquema, pudo ganar -cuando Denis reventó el travesaño sobre los 25 minutos del segundo tiempo-, pero también pudo haberse ido con las manos vacías porque Godoy Cruz tuvo con Ayoví dos chances muy claras. Para peor, Leandro Fernández debutó -justamente contra sus viejos compañeros- con una expulsión y ya con uno menos, Independiente jugó los últimos minutos con la certeza de que el empate no era un mal resultado. Con partidos de los pesados por delante, el equipo de Pellegrino vuelve de Mendoza con la tranquilidad de traer un punto. Y en un campeonato corto, sumar siempre puede resultar clave.
