Para alegría de los hinchas de River, que ya piensan en el Mundial de Clubes, no es un gran momento para el Barcelona de Messi. El equipo culé tuvo un primer semestre increíble: ganó la Liga, la Copa del Rey y la Champions. Pero luego del parate del verano europeo empezaron las pálidas.
La FIFA ratificó la sanción que le impide usar sus refuerzos por haber fichado extranjeros menores de 18 años.
Por eso, Luis Enrique no podrá usar a ni al defensor catalán Alex Vidal ni al mediocampista turco Arda Turan, el crack que llego del Atlético del Cholo Simeone y nos recuerda mucho a la película 300.
La nueva temporada arrancó con otro título (Supercopa UEFA) que tuvo un sabor agridulce. 5 a 4 en tiempo extra al Sevilla y con muchos errores defensivos. Lo único que siempre sigue intacto es la magia de Messi...
Pero a la semana siguiente, nuevos errores costaron la derrota histórica en la Supercopa española ante el Bilbao. 4 a 0 en la ida y un pobre empate en la vuelta. Y por si fuera poco, se queda sin Piqué, que insultó al juez de línea y le dieron 4 fechas.
"Me cago en tu puta madre", le dijo al línea según el informe del árbitro.
Y la frutilla de este postre amargo que se está comiendo el Barcelona en este inicio de temporada es la venta de Pedro, el delantero (suplente) de los goles importantes. 30 millones de dólares lo pagó el Chelsea de Mourinho.
Y vale recordar que la partida de Xavi, el gran ídolo que fue a retirarse a Dubai y que tampoco está disponible Neymar, que tiene paperas...
Sin refuerzos, sin Neymar, sin Pedro, sin Piqué, sin Xavi. ¿Podrá Messi encarrilar al equipo catalán?