San Lorenzo tuvo que jugar 120 minutos ante el Auckland City para finalmente conseguir el pasaje a la final del Mundial de Clubes. Futbolistas, cuerpo técnico e hinchas sufrieron como nunca porque el trámite no fue nada sencillo. Fue un 2 a 1 con dudas para el Ciclón.
Tras la obtención de la Copa Libertadores, a mediados de agosto, el equipo de Edgardo Bauza comenzó a sufrir futbolístico. Los resultados están a la vista: terminó en la octava posición del campeonato mostrando un juego muy irregular.
En la noche marroquí se vio más de lo mismo. Tuvo dudas en el fondo, poca marca y presión del mediocampo y pocas ideas para atacar. El gol del Pitu Barrientos, en el cierre del primer tiempo, fue la única jugada clara.
Fue muy digno lo del Auckland City, que en el segundo tiempo se animó unos metros más arriba y manejó la pelota. El Ciclón esperó atrás y lo pagó caro: el español Ángel Berlanga puso el 1 a 1 tras una falla en la última línea de San Lorenzo.
Y se llegó al alargue porque el planteo del Ciclón fue malo. No supo liquidarlo y cuando le convirtieron siguió en la misma sintonía: totalmente perdido en la cancha. La charla del Patón Bauza fue clara: "Ellos están cansados, en estos 30 minutos los quebramos".
A los dos minutos del alargue apareció Mauro Matos, un jugador que llegó al club con 32 años y rápidamente se ganó un lugar. Metió un zurdazo fuerte, inatajable para el arquero rival. Una parte de Boedo gritó en Marrakech.
Y ahora se viene Real Madrid, que ganó los últimos 21 partidos que jugó. Si San Lorenzo quiere dar el batacazo, deberá cambiar radicalmente su imagen: lo de hoy fue muy flojo. La final del Mundial de Clubes será el sábado 20 desde las 16.30. Se podrá ver por la TV Pública y Fox Sports.