Hasta que un día regresó. Enzo Francescoli no nació en River pero desde que pisó por primera vez el estadio Monumental comenzó a ganarse de a poco al público. Tanto que terminó convirtiéndose en uno de los máximos ídolos del Millo; para algunos, el más grande. Sin embargo, luego de su retiro como futbolista profesional, el uruguayo se alejó del club y excepto por su partido de despedida evitó siempre que pudo a todas las dirigencias.
El perfil señorial y humilde del exdelantero no encajaba en algunos manejos desprolijos, aquellos que llevaron a River a una grave crisis institucional. Pero esta vez, Francescoli decidió involucrarse con la candidatura de Rodolfo D'Onofrio, quien terminó imponiéndose en las elecciones para presidente de la banda. Respaldando su promesa, Enzo aceptó estar al frente de la Secretaría Técnica, un cargo inédito en Núñez.
"Quiero agradecerles a Rodolfo (D'Onofrio) y Matías (Patanian, vicepresidente) por darme la oportunidad de regresar a algo que es parte muy importante de mi vida que es River Plate. Es un placer enorme poder colaborar", dijo Francescoli apenas abrió la ceremonia que se llevó a cabo en el Museo River. "En un club con la historia de River no hay una poción mágica ni un hombre mágico ni un nombre mágico que pueda cambiar por sí solo tantos años de historia", agregó.
"Nuestra idea es hacer volver a las raíces al club, es lo que hablamos siempre. Queremos volver a las viejas épocas. Juntos, vamos a poder tener un club como el que se merece el hincha de River", concluyó Enzo, emocionado.
