Para bien o para mal, nadie puede olvidar aquella noche... la última vez que estos equipos se cruzaron en un duelo mano a mano. Ramón Díaz estaba en el banco de los suplentes, pero con los colores de San Lorenzo. El Monumental lucía repleto en el marco de la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores 2008.
En la ida, el Ciclón había ganado 2 a 1 y el gol de visitante ya estaba vigente. En la vuelta el conjunto de Núñez empezó a torcer la historia y parecía que la fiesta quedaba en casa: a los 11 del primer tiempo, Matías Abelairas puso el 1 a 0 de tiro libre y a los 41, Diego Rivero. A los 13 del complemento, Jonathan Bottinelli siguió los pasos del Burrito y tres minutos más tarde, Sebastián Abreu puso el 2 a 0 para la Banda.
¿Historia liquidada? Nada de eso. Aquella noche, Gonzálo Bergessio se vistió de héroe y, primero a los 24 y luego a los 27, torció la historia por completo y le dio el empate y la clasificación al conjunto de Boedo, que en cuartos quedaría eliminado en manos de Liga de Quito.
River se terminaría quedando con el torneo Clausura, pero hubo un quiebre entre jugadores e hinchas, que se acentuó luego de las críticas de Oscar Ahumada hacia el público.
