Ariel Ortega es un ídolo de River, es cierto. Sin embargo, esa condición no lo ubica en la categoría "enemigo" de nadie. Más allá de lo que haya dejado en los clubes donde jugó, también tiene una mirada positiva desde aquellos que fueron sus rivales ocasionales. Siempre fue cauto y medido a la hora de declarar.
Sin embargo, tenemos algunas frases interesantes que dejó a lo largo de su carrera:
"Me encanta sentir ese vientito de la pierna del jugador rival cuando lo gambeteo"
"El cartel de borracho lo voy a tener toda la vida. Seguramente no me lo voy a poder sacar nunca más. Y menos en la Argentina. Me lo pusieron y chau" (diciembre de 1998, a la revista El Gráfico).
"Con mi nombre se tapan muchas cosas que pasan en el club. No quiero ser suplente. El puesto no lo perdí en la cancha. Si digo lo que pienso se arma un lío bárbaro" (mayo de 2008).
"Para mí, el fútbol es siempre igual. Tenés buenos, mediocres y malos jugadores, en Primera y en Europa, el fútbol es igual en todos lados".
"Si me preguntan como quien me gustaría jugar, contestaría como yo, como Ortega. Le agradezco a Dios por haber hecho que juegue así. No le envidio nada a nadie".
"Nunca me metí con nadie, no quiero que hablen de mi familia porque no saben un carajo" (hacia Passarella, cuando jugaba con All Boys)
"El error más grande de mi carrera fue irme de River. Donde más feliz fui y soy es en River. Son errores que uno comete. Si pudiera empezar otra vez mi carrera, no me voy más. River es lo más lindo del mundo".
"Me arrepiento por lo de Van der Sar. Trato de no verlo, fue un impulso. Si me cagaban a trompadas mis compañeros, estaba bien" (por el testazo al arquero holandés Edwin Van der Sar, en Francia 1998).
"El fútbol me hizo encontrarle un sentido a la vida. Es todo para mí, es la alegría de mi vida."
