Tiene demasiada potencia. Es imparable. Es la mezcla perfecta entre talento y un físico dominante. Lebron James es un tren. Anoche, en la buena victoria de Miami Heat ante Milwaukee Bucks, por 107 a 94, el escolta casi le patea la cabeza a varios espectadores, cuando tuvo que saltar sobre la mesa de resultados. Ahí, caminó varios metros y empezó a esquivar a la gente. El equipo de Erik Spolstra llegó a la 21ª victoria consecutiva.
Además, el argentino Carlos Delfino aportó 9 puntos en la victoria que su equipo, Houston Rockets, consiguió ante Minnesota Timberwolves por 108 a 100, por la NBA. James Harden, uno de los jugadores más prometedores de la liga, la volvió a romper: anotó 37 puntos.
Por su parte, Los Angeles Lakers, sin puntos de Kobe Bryant (se lesionó y jugó solamente un cuarto), le ganó como visitante a Indiana Pacers, por 99 a 93, y sueña con meterse en los playoffs.
