El boxeo tiene muchas cosas lindas. Una de ellas, que a veces hasta llega a ser mucho más predominante que el mismo deporte, es el espectáculo. Si los organizadores del show previo a la pelea entre el campeón de los peso pesados, Wladimir Klitschko, y el polaco Wach, querían impresionar, supieron colmar las expectativas.
En el estadio 02 de Alemania se dio un verdadero espectáculo con Rocky, el musical, un show que se presentará en teatros de ese país a partir del próximo domingo. En ese juego, una de las cosas más divertidas fue ver cómo el gran presentador del boxeo, Michael Buffer, hizo subir a...¡Rocky Balboa! El actor que interpretó al personaje más reconocido de este deporte, Sylvester Stallone, subió al ring y saludó a la gente y los actores.
En la pelea, poco para rescatar. Una vez más, la pelea de Klitschko fue aburrida. Es un boxeador demasiado rígido, poco agraciado y, la verdad, salvo potencia y fuerza, no le sobra nada. Fue victoria por decisión unánime por puntos ante Wach y retuvo todas sus coronas. El ucraniano llegó a su victoria 59 pero fue evidente que tendrá que mejorar. El panorama, en una categoría de baja calidad, no es alentador.
