Dos días después de que la Unión Ciclista Internacional anunciase que invalidaba los siete Tours de Francia logrados por Lance Armstrong, Tiger Woods opinó sobre el doping en su deporte.
Desde 2009, el golf realiza pruebas de orina para detectar un posible uso de fármacos o sustancias que mejoren el rendimiento. Woods descartó que el golf tuviera problemas de doping debido "al gran respeto por los códigos morales" de los jugadores. Sin embargo, pidió implementar los test: "Sería un paso positivo en la dirección correcta para intentar dar mayor validez a nuestro deporte, afirmó.
Además, consideró que los golfistas "saben admitir sus propios errores y muestran una honestidad más evidente que en otros deportes". Y aclaró: "Asumimos nuestros fallos. Si la pelota termina entre los árboles, nos culpamos a nosotros mismos. El golf es una deporte diferente".
