Son dos grandes que sufren como si fueran chicos. Viven un presente malo en la B Nacional, una categoría que por su historia y gente que llevan no merecen. Pero, en realidad, lo más importante es cómo se juega y Huracán y Chicago lo hacen muy mal. Así, el empate por 1 a 1 en el Tomás Ducó representó un punto que no conformó a nadie. El Torito quedó en la última posición, con sólo seis unidades, y el Globo está en la 19ª posición, con ocho.
Son dos equipos con demasiadas limitaciones. Todo les cuesta y juegan con una cuota de inseguridad por los malos resultados que los condiciona mucho. Lucas Banegas abrió el marcador al minuto del segundo tiempo, pero el equipo de Franceschini se desconcentró y le empataron la historia 25 minutos después, con un tanto de Vega.
El vacío final fue una clara muestra del presente que viven. Un partido equilibrado que exhibió la situación de dos equipos que juegan mucho menos de lo que merecen la grandeza de sus camisetas.
