Le puso anestesia a la situación. Julio Falcioni se enfrentó a los periodistas con una premisa evidente: ponerle paños fríos a la odisea, que aún no terminó, por la que tuvo que pasar Boca para llegar de Venezuela a Buenos Aires. El entrenador del Xeneize pareció entender que lo último que necesitaba el club, a dos días de empezar el campeonato, eran otras declaraciones que generaran malestar.
"Estamos preparados para este enfrentamiento (ante Quilmes) porque estuvimos disputando partidos. En esta pretemporada todos jugaron", dijo Falcioni en Córdoba, la que sería la última parada del plantel para llegar al fin a Buenos Aires (en Venezuela, donde jugó un torneo por el que cobró poco más de un millón y medio de dólares, se retrasó dos días). "Lo importante es que los jugadores estén con sus familias", dijo.
Boca debutará en el torneo Inicial el próximo sábado ante Quilmes, a las 18.15 (el partido, programado para las 14, se retrasó unas horas por las complicaciones del plantel para llegar a la Argentina). Entre algunas de las pistas que deslizó el entrenador, ratificó que el equipo jugará con un enganche, 4-3-1-2, comn Chávez en esa posición. El plantel se entrenará mañana, a las 16, en Casa Amarilla, y definirá a los titulares. Dijo que hablará con Ustari, quien tiene serias chances de ser titular.
Por último, se refirió al gran ausente del semestre: "No sé qué pensara el hincha de la ausencia de Riquelme. Hay que preguntarle al hincha" Es un gran jugador y respetamos su decisión".
