Pasaron 35 años, pero muchos recordarán con emoción aquel 5 de junio de 1977 cuando Guillermo Vilas se convirtió en el primer tenista argentino en conquistar Roland Garros (en 2004 lo ganó Gastón Gaudio).
Hasta entonces, Willy no había ganado ningún torneo de Grand Slam, pese a que había logrado 22 títulos en su carrera. Conquistar París era el gran desafío y llegaba como uno de los principales favoritos.
Vilas demostró una gran superioridad sobre sus rivales, y apenas perdió un set en todo el certamen, ante el chileno Belus Prajoux, en segunda ronda. Antes, había dejado en el camino al yugoslavo Zeljko Franulovic.
En tercera ronda demolió al sudafricano Bernie Mitton y en los octavos de final aplastó al estadounidense Stan Smith, el primer rival de cuidado.
En los cuartos de final derrotó al polaco Wojtek Fibak, otro pez gordo del certamen, y en la semifinal despachó al mexicano Raúl Ramírez.
Vilas llegó a la final y llevaba 18 sets ganados, cuatro de ellos por 6-0 y apenas uno perdido. El estadounidense Brian Gottfried fue su rival, aunque solamente es una manera de decirlo, porque lo liquidó en una hora y 53 minutos por 6-0, 6-3 y 6-0.
La performance de Willy fue tan buena en 1977 que ganó de manera consecutiva 53 partidos en polvo de ladrillo entre Roland Garros (mayo) y el torneo de Aix-en-Provence (septiembre). En ese lapso consiguió ocho títulos.
Luego de ganar Roland Garros, el mejor tenista argentino de la historia logró otros tres torneos de Grand Slam: el US Open (1977) y el Abierto de Australia (1978 y 1979).
