Aunque el colombiano Radamel Falcao fue la gran figura del Atlético Madrid en la victoria por 3 a 0 ante el Athletic Bilbao y la conquista de la Europa League, hay uno que es más ídolo que todos, que consiguió la estatura de intocable, de leyenda. Se trata de Diego Simeone, el más elogiado y ovacionado en España tras el título de los Colchoneros.
"Me gustaría tener unas palabras para nuestro entrenador. Un gran hombre, un gran deportista y un gran atlético. Un hombre que ha conseguido un equipo nuevo, con ilusión, trabajo y con ganas, entrega e ilusión", dijo el presidente del club, Enrique Cerezo.
El diario El País se encargó de describir parte de su perfil, de su forma de llegarle a los jugadores: "Con ese rapado a lo marine que luce, articuló un discurso marcial para limpiar de las cabezas de sus futbolistas la fatiga acumulada por el agobio del calendario: `No hay frío, no hay calor, no hay cansancio. Solo le faltó decir “no hay dolor”". En el diario Marca, rescataron: "Pocos meses le bastaron para lograr poner de nuevo a los Colchoneros en la cima de Europa".
Pero más allá de los medios y los dirigentes del club, la mayor muestra de afecto y devoción la dio la gente: "¡Olé, olé, olé, olé, Cholo, Cholo!", fue la ovación que le dieron en cada una de las paradas que tuvo en el plantel que festejó el título en Madrid.
