Se vivió una verdadera final en el Etihad Stadium. El Manchester City, que contó con Pablo Zabaleta, Carlos Tevez y Sergio Aguero entre sus titulares, necesitaba conseguir una victoria que lo deje con la misma cantidad de puntos que el United, y no falló.
Desde el inicio del clásico, el Ciudadano salió a acorralar a la visita, que se mostraba conforme con la igualdad. Los dirigidos por Roberto Mancini eran superiores, pero no encontraban la manera de lastimar a un equipo bien parado en el fondo, que amenazaba con lastimar de contra con Wayne Rooney. Hasta que sobre el cierre de esa primera etapa, de un tiro de esquina, llegó la recompensa: buen centro de David Silva y cabezazo de Vincent Kompany, para que el local se fuera al descanso arriba en el marcador.
El complemento empezó con los Diablos Rojos intentando mostrar una imagen distinta a la del primer tiempo. Con la necesidad de marcar para continuar en la punta en soledad, salieron a torcer la historia. Pero con el correr de los minutos, el equipo de Alex Ferguson fue bajando su nivel y el dominio volvió a manos del local, que contó con Zabaleta en un gran nivel y que avisó en más de una oportunidad con disparos de Yaya Touré. Pero no hubo tiempo para más goles, el 1 a 0 estaba sellado.
Fue triunfo para el Manchester City, que ahora también es líder y que cuenta con una mejor diferencia de gol -61 contra 54-, que lo deja muy cerca del objetivo. Le quedan dos fechas, frente al Newcastle y al QPR, y si consigue ganar sus compromisos se quedará con la Premier League.
