El capítulo de amenazas y situación de peligro que se vio el domingo pasado, cuando la barra de Boca, que lidera Mauro Martín, fue desafiada por el grupo de Rafael Di Zeo, cuando ocupó la tribuna de enfrente en el partido ante Atlético Rafaela, parece que se calmará, por lo menos un tiempo. Los dos declararon, citados por el fiscal Walter López, y fueron inhibidos de ir a la cancha hasta que termine el proceso, con aval de la jueza Carla Cavalieri.
El primero en declarar fue Mauro Martín, alrededor de las 9. Fue citado por las amenazas que fueron detectadas en una secuencia fotográfica en la que se vio al líder de la 12 hacer el gesto inequívoco de cortarle el cuello al jefe de la otra facción.
Di Zeo, por su parte, llegó a las 14 en una moto e ingresó al edificio donde iba a declarar con el casco puesto. La citación de Di Zeo se debió a los daños al ingresar a la Bombonera el último domingo. "Era una crónica de una muerte anunciada, ya sabíamos que nos íbamos a encontrar con esto. No sabemos cuál es el criterio de la fiscalía para tomar esta decisión", dijo José Monteleone, abogado de Di Zeo.
Por distintos temas, aunque vinculados a la violencia en el fútbol, Martin y Di Zeo no podrán aparecer en la cancha. Por lo menos hasta que se anule o suspenda la orden del fiscal López, habrá un poco de paz en el fútbol. ¿Habrá paz?
